Entre una de las muchas imágenes que se han vuelto recurrentes durante los últimos meses en los medios y las redes sociales, una de ellas ha sido la de Taylor Swift saliendo con sus amigas. Entre ellas hemos podido ver a varias actrices, cantantes y modelos como Blake Lively, Alana, Este y Danielle Haim, Gigi Hadid, Selena Gomez, Sophie Turner, entre otras. Muchas de ellas pertenecen al llamado girl squad original con el que solíamos ver a Taylor Swift entre los años de 2013 y 2016, aproximadamente. Esta fue la era original del álbum 1989.
Durante estos años Taylor Swift y su grupo de amigas recibieron una gran cantidad de atención mediática. Era común ver a la cantante rodeada de sus amigas en eventos sociales privados como fiestas en su residencia de Rhode Island hasta eventos públicos masivos como la entrega de los MTV VMA’s de 2015, diferentes fechas de su gira del álbum 1989 en 2015 al igual que en dos ediciones del Victoria’s Secret Fashion Show en 2013 y 2014. Entre su grupo de amigas podíamos encontrar a modelos como Karlie Kloss, Gigi Hadid, Lily Aldridge, Martha Hunt; cantantes como Selena Gomez, Lorde, Hailee Steinfeld, Serayah McNeil y las hermanas Haim; actrices como Zendaya, Cara Delevigne, Emma Stone, entre otras. Estas mujeres eran algunos de los nombres más destacados del momento y se hicieron más famosas gracias a que se acompañaban mutuamente. Uno de los capítulos más famosos de su amistad fue el famoso video de la canción Bad Blood, en la que encontramos a varias de estas personalidades adoptando roles de femme fatale emulando una película de acción.
Sin embargo, Taylor Swift fue víctima de ataques misóginos por parte de los medios a raíz de este famoso grupo de amigas. Mientras que algunos lo llamaban una demostración de feminismo, otros lo llamaron “excluyente”. La gente afirmaba que Swift presentaba una visión homogeneizada de la amistad femenina debido a que prácticamente todas sus amigas entraban en el estándar de belleza occidental y muchas de ellas eran modelos. El New York Post incluso las llamó una “secta”.
La prensa fue sumamente dura con estas mujeres por, aparentemente, ninguna razón lógica. La narrativa de que varias mujeres exitosas juntas eran motivo de sexualización y ataques se hizo común durante esta época. Esta visión también fue sumamente superficial. El hecho de ver a varias mujeres exitosas en sus carreras y que al mismo tiempo son amigas pudo haber evocado reacciones positivas, sin embargo esta no fue la reacción predominante. Lo que atestiguamos con este grupo de mujeres fue que, incluso en estas instancias, la amistad femenina podía ser fácilmente objeto de sexualización, rechazo o ridiculización. A pesar de que durante estos años ya habíamos dejado atrás la misoginia que caracterizó a la prensa durante los años 90s y 2000s, mucho de ello pareció permear en este caso.
Después de esta época el girl squad de Taylor Swift desapareció en la manera que lo conocimos.
El renacimiento del girl squad
Después de casi 10 años y los diferentes obstáculos que Taylor Swift ha tenido que superar en su carrera -ya sean referentes a su música o a su vida personal- durante el último año ha alcanzado un nivel de fama y reconocimiento sin precedentes. Y al mismo tiempo que se ha ganado el respeto y veneración de parte de la industria de la música y entretenimiento -y se ha vuelto, posiblemente, la mujer más famosa del mundo- también ha vuelto a ser vista en público sola y, una vez más, acompañada de sus amigas. El nuevo girl squad vuelve a estar integrado por Selena Gomez, Gigi Hadid, las hermanas Haim y Blake Lively. Al mismo tiempo el grupo ahora incluye a otras mujeres reconocidas como Sophie Turner, Sabrina Carpenter y Brittany Mahomes.
Este girl squad ha regresado en toda su gloria, siendo objeto de una enorme cantidad de tráfico y trending topics resultando únicamente de algunas fotos publicadas por páginas como TMZ y Page Six. En estas fotos podemos ver a Taylor Swift y sus amigas saliendo a cenar en Nueva York y Los Ángeles, normalmente agarradas de la mano. La respuesta del público y los medios ha sido considerablemente distinta, ahora abundan los comentarios positivos en los que elogian todo desde su apariencia hasta su estilo de vestir y al mismo tiempo celebran ver a mujeres con tanta influencia ser amigas y actuar de la forma que las amigas normales lo harían.
Uno de los hechos que muestra los cambios más grandes en la narrativa ha sido la amistad con Sophie Turner, cuyo proceso de divorcio de Joe Jonas ha sido cubierto extensamente por la prensa. A pesar de los aparentes intentos del equipo de relaciones públicas de Jonas de hacer ver a Sophie Turner como una madre irresponsable, fue el público quien tomó el lado de la actriz y rechazó la estrategia de Joe Jonas. Al mismo tiempo, Taylor Swift (quién tuvo una relación con Jonas cuando ambos eran adolescentes) ha sido fotografiada en múltiples ocasiones con Turner recientemente.
Es difícil pensar que ambos sucesos hubieran podido suceder en décadas anteriores: el primero, tomar el lado de una mujer divorciada frente a un padre poderoso. Y la segunda, que la prensa no ponga a dos mujeres que fueron pareja del mismo hombre como enemigas, sino que celebre su amistad.
La resignificación de la amistad femenina
Los medios de comunicación son una institución que refleja los valores de la cultura en la que se encuentran y responden al periodo en el que se desarrollan. Crear una narrativa misógina contra mujeres como Taylor Swift, Sophie Turner y Selena Gomez en una época que comienza a apoyar el empoderamiento femenino y muestra a estas mujeres como figuras importantes en la cultura pop que han potencializado el movimiento, sería sumamente inconveniente. Los medios han comenzado a apoyar la sororidad y el empoderamiento femenino porque la sociedad también lo ha hecho. Los grupos de amigas de Paris Hilton, Britney Spears y Lindsay Lohan definitivamente no tuvieron la misma suerte durante los años 2000s, principalmente porque no existía una noción generalizada sobre la discriminación de género y objetivización de las mujeres en los medios.
Sin embargo, es interesante ver cómo en menos de diez años se pudo resignificar completamente la amistad de un grupo de mujeres jóvenes y exitosas. Lo que antes era motivo de burla y ataque hoy es motivo de admiración y respeto. Más allá de las tendencias que puedan existir en el futuro, es importante que dejemos de ver la amistad femenina (ya sea en instancias públicas o privadas) como un objeto de misoginia.