Desde hace muchos años, los usuarios, empleados, celebridades y modelos han empezado a levantar la voz, señalando a tratos, políticas corporativas y publicidad discriminatoria y racismo que se ven y viven todavía en las diversas industrias.
Esto ha hecho que muchas marcas no solo se declaren a favor de movimientos, sino que también muchas han tomado acciones necesarias para empezar el cambio al interior. Sobre todo, después de las protestas que se dieron en Estados Unidos a raíz del asesinato de George Floyd.
Desde aplicar políticas como el conocido affirmative action (una política estadounidense que buscan aumentar la representación de las minorías en universidades, empresas e industrias); como cuando Adidas prometió que al menos el 30% de sus nuevos empleados serían de minorías.
Hasta cambiar el nombre e imagen de tu marca, debido a que se considerarán racistas, o al menos problemáticos, por propagar estereotipos sociales y raciales erróneos.
Como cuando cambiaron nombre y empaque a la famosa marca de harina y jarabes para hot-cakes, que se convirtió en Pearl Milling Company, después de ser criticada -durante mucho tiempo- por ser una caricatura racista de una mujer negra que proviene de la esclavitud.
Y aunque parecería que en pleno siglo XXI ya no deberían de existir estas prácticas y representaciones de estereotipos racistas, en los últimos años varias marcas de moda y belleza se han visto envueltas en escándalos por publicidad que deja mucho que desear.
PRÁCTICAS problemáticaS en la moda
La industria de la moda no se queda atrás cuando hablamos de racismo y discriminación. Y tampoco nos tenemos que ir a un pasado muy lejano para hablar de esto.
Tan solo el año pasado, Netflix estrenó el documental En el blanco: El ascenso y la caída de Abercrombie & Fitch, donde se detallan las múltiples prácticas discriminatorias de la marca que tuvo su auge en los 90 y principios de los 2,000.
Pero esta marca estadounidense no es la primera, ni la última a la que se le ha acusado de racismo y discriminación.
Tanto cadenas de fast fashion, como H&M, hasta las casas de alta costura, como Gucci, se han visto envueltas en los últimos años en controversias a causa de publicidad y productos racistas.
De sudaderas para niños a accesorios de lujo
La sudadera que encendió las redes
En 2018 la cadena H&M fue acusada de racismo cuando en imágenes de su nueva línea para niños mostraron a un niño negro usando una sudadera con la frase ‘Coolest monkey in the jungle’ (El mono más genial de la selva).
H&M REALLY had a Black boy wearing a hoodie that says “coolest monkey in the jungle” on the front of it?
As much as I recognize the racism blatantly on display, as a parent of Black children, l have to wonder what in the hell were they doing signing off on this? pic.twitter.com/4IF9ehVMxS
— L E F T, PhD ⚫️ (@LeftSentThis) January 8, 2018
En el 2020, la marca sueca estuvo nuevamente envuelto en un escándalo, cuando se filtró una fotografía de su catálogo, donde se mostraba el nombre ofensivo que usaron para uno de sus gorros de lana. Y aunque el nombre nunca fue comercial, esta filtración le trajo nuevamente señalamientos de racismo a la marca. (Como si no hubieran aprendido nada del 2018, porque aunque no sea un nombre para hacerse comercial, tampoco debe de haber estar prácticas al interior de las empresas).
El suéter con tintes racistas
En 2019, Gucci se vio envuelta en un escándalo después de lanzar un suéter que podría utilizarse hasta la mitad de la cara. ¿El problema? Era de color negro, y en la parte que quedaba sobre el rostro se mostraban unos labios rojos gigantes. Algo que evocaba al blackface, e imágenes de estereotipos racistas de personas negras.
So @gucci puts out a sweater that looks like blackface……
On Black History Month….
And then issues an apology because they didn't know that blackface images are racist.🤦🏿♂️ pic.twitter.com/G3HjPTIuuQ
— Tariq Nasheed 🇺🇸 (@tariqnasheed) February 7, 2019
En México no nos quedamos atrás
Probablemente existan muchos ejemplos, pero uno de los más recientes fue cuando Sears lanzó una campaña en 2020 donde mostraban a personas de etnia indígena como un objeto decorativo de la imagen.
En una de las imágenes, se mostraba a una mujer indígena vendiendo pulseras al lado de una mujer blanca, alta y espigada. En otra, aparecía un hombre blanco observando a una persona de etnia indígena. Ambas con el encabezado: Vacaciones 2020.
Como lo señaló la organización Racismo MX, al no ser acompañada de ningún posicionamiento de inclusión, la imagen reduce a las personas indígenas como elementos decorativos.
Esto es racista por dos cosas: 1) no toma en cuenta el contexto de marginación en que han vivido los indígenas y 2) no es acompañada de ningún posicionamiento de inclusión por parte de @searsmexico.
Sin lo anterior, se reduce a la persona indígena a un elemento decorativo. pic.twitter.com/Z6VjR6akjD
— RacismoMX 🤚🏾 (@Racismo_MX) March 5, 2020
En las marcas de belleza…
La industria de cuidado personal y belleza no se queda atrás. En 2017, la marca Dove lanzó un anuncio para su jabón líquido que enfureció a usuarios y consumidores.
En el video se mostraba a una mujer negra con una camiseta marrón, junto a una botella del producto. Y al quitarse la camiseta, aparece en su lugar un mujer blanca.
La marca retiró el anuncio de redes sociales, y pidió disculpas por la publicación diciendo que “no logró su objetivo” de representar a las mujeres afrodescendientes. Aunque Dove pretendía transmitir un mensaje de diversidad, lograron todo lo contrario.
I see no difference, @Dove. pic.twitter.com/DbkrrNQMjS
— GNCordova (@GNCordova) October 8, 2017
Y nos deja pensando, ¿cómo es que el director creativo y todas las personas detrás de la aprobación no se dieron cuenta del mensaje problemático que estaban enviando?
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