Criar a un niño para convertirse en hombre es probablemente uno de los retos más grandes que cualquier persona pudiera enfrentar. Es una tarea que ciertamente siempre ha sido difícil, sin embargo, existe algo particularmente titánico de la idea de criar un hijo varón en el momento cultural que estamos atravesando actualmente. Y es esto lo que deja ver la serie Adolescence, que en tan solo cuatro capítulos nos enfrenta con algunas de las verdades más duras sobre los factores en juego para la construcción de la masculinidad y la violencia de género en la época actual.
*Este artículo puede contener spoilers.
¿De qué trata Adolescence?
La serie comienza con la policía irrumpiendo en la casa de Jamie Miller, de 13 años, y arrestándolo bajo sospecha de asesinar a su compañera de clase Katie la noche anterior. Los dos primeros episodios nos sumergen en el mundo de la comisaría, los detalles procesales y la construcción del caso por parte de los detectives contra Jamie (Owen Cooper), aunque él niega su implicación.
Al ser menor de edad, elige a su padre, Eddie (Stephen Graham), como su adulto acompañante. Veremos cómo la incredulidad de este hombre se transforma, a lo largo de los 13 meses que dura la historia, en un dolor lacerante. Desde el inicio sabemos que Jamie es culpable, pues las pruebas se nos presentan pronto y sin dejar lugar a dudas. La cuestión central de la trama es el porqué, ya que sabemos que no hay crimen sin motivo. Y es así cómo nos adentramos en un mundo adolescente que se vive principalmente en línea y que los adultos, a pesar de que sientan que lo están haciendo bien, en realidad son incapaces de supervisar o comprender adecuadamente la realidad que atraviesan sus hijos.
El detective asignado, Luke Bascombe, sólo empieza a comprender realmente el posible «por qué» cuando su propio hijo adolescente (compañero de Jamie de un grado arriba) traduce los emojis usados ??en los comentarios de Katie en algunas publicaciones de Jamie en Instagram. Y es así el mundo de la cultura «incel» (involuntary celibacy), el mensaje que se difunde entre niños y jóvenes sobre lo que tienen derecho a esperar y recibir de las niñas y mujeres, cobra vida y se vuelve uno de los problemas más importantes. Los adultos mencionan el nombre de Andrew Tate mientras intentan comprender lo que están aprendiendo, pero los niños no parecen inmutarse, pues ya es parte de la esfera digital en la que se involucran.
La relación entre padres e hijos
Uno de los aspectos más importantes y que vale la pena rescatar de esta serie es la importancia de la relación entre padres e hijos. El hecho de que el patriarcado y las masculinidades tradicionales dejan extremadamente pocos aspectos para que padres e hijos puedan conocerse mejor y tengan momentos de convivencia significativa.
El caso de Jamie es, probablemente, el caso de muchos otros niños y adolescentes: su padre intenta que se incline por los deportes, sin embargo su físico y habilidades no le permiten ser tan bueno y ágil como le gustaría, y al mismo tiempo sus intereses son diferentes. Esto nos deja con un niño que se siente fracasado al no poder ser lo que su padre quiere y un padre que no sabe encontrar espacios (más allá de sus propios gustos y afinidades) para poder conocer y acercarse a su propio hijo.
Una de las sensaciones más importantes con las que nos deja la serie es la de la inmensa soledad en la que se ven inmersos los niños adolescentes. Cómo, de muchas formas, nadie les presta atención. Asumen que están bien teniendo una u otra plática superficial con ellos o viendo que les va bien en la escuela y que tienen un par de amigos. Y de manera que en la cultura patriarcal en la que vivimos, es sumamente raro que los hombres hablen de sus sentimientos (y mucho menos entre ellos) los papás de Jamie, incluso con buena voluntad, sin patrones necesariamente tóxicos, pasados oscuros o violencia doméstica, terminan dejando solo a su hijo.
El sentimiento de fracaso e insuficiencia es algo que marca profundamente la vida de Jamie, y es algo que nos vamos dando cuenta conforme la serie avanza. Y es ésta la tierra fértil en la que se construye otro de los aspectos más importantes: la masculinidad tóxica.
@mytherapistlife I won’t be quiet about Adolescence on @Netflix!!! I don’t see many people picking this scene apart but let’s dig deeper… Boys who don’t fit the “traditional” mold of #masculinity struggle significantly & are often the MOST vulnerable to indoctrination by nefarious forces on #socialmedia There needs to be an serious effort by fathers & men to be present in the lives of boys who struggle socially #misogyny #healing #therapy #mentalhealth #communication #childhood #sociology #sociology #teenagers #greenscreensticker ? original sound – Ms. Aishia
La cultura incel, el contenido red pill y la masculinidad tóxica
La llamada manosfera (comunidad en línea sobre masculinidad enfatizada, antifeminista y misógina) puede parecer una comunidad de nicho, pero la realidad es que el contenido altamente peligroso y violento que generan es cada vez más mainstream. El hecho que podamos ubicar tan bien a personajes como Andrew Tate y el Temach (y en menor grado pero también irresponsables y con millones de seguidores, Joe Rogan y Logan Paul) habla de lo fácil que es acceder a este contenido. Y lo que es peor, caer en la violencia que genera.
Existen incluso miles de videos en TikTok de mujeres relatando cómo terminaron con sus parejas (o en muchos casos, se divorciaron) a causa de la radicalización que genera este tipo de contenido que promueve que los hombres se conviertan en “machos alfa” y que opriman a sus respectivas parejas. Si suele pasar así con hombres adultos ¿qué podemos esperar para los niños adolescentes?
@mytherapistlife I always say: “good” men are required to to do “good” things and demand their friends treat women with respect & humanity #identity #masculinity #socialmedia #cinematography #childhood #teenagers #boundaries #communication #sociology ? original sound – Ms. Aishia
Los padres se esfuerzan en enseñar muchas cosas a sus hijos, pero rara vez les enseñan a navegar por internet. Y la realidad es que hoy en día los algoritmos están hechos para radicalizar a las personas y mostrarles contenido peligroso con la mayor facilidad, sin importar su edad. A menudo hay una brecha evidente entre la imagen despreocupada que tienen los padres de la vida de sus hijos y la realidad de lo que hacen (y a lo que se exponen) en línea.
La serie nos deja ver que Jamie es un niño inteligente y, lo que es más escalofriante, brutalmente normal. El hecho que alguien con un contexto tan mundano como el suyo (familia de clase media sin antecedentes de violencia en una ciudad pequeña) pueda radicalizarse de una manera tan terrible nos deja ver que en realidad cualquiera puede hacerlo. El mensaje trascendental de esta serie no tiene duda: el agresor se hace y no nace. Y se puede hacer frente a nuestras narices, a plena luz del día, solamente con un celular o una computadora y una cuenta de instagram.
Adolescence es un ejemplo devastador y a la vez brillante de los efectos trágicos y profundos de la masculinidad tóxica en nuestras sociedades y en nuestras familias. Y una de las lecciones más importantes de esto es cómo esto es, a final de cuentas, un problema de hombres. Un problema perpetrado por hombres y que sólo ellos pueden resolver, pues no será hasta que los hombres empiecen a señalar y rechazar estos comportamientos entre su familia y amigos que ellos también encontrarán motivación social para cambiar. Y en ello descansa el poder volver a sanar la sociedad rota en la que vivimos y en la que esta serie también se desarrolla.
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