Representación indígena por el medio ambiente

Representación indígena por el medio ambiente

A sus 70 años Ailton Krenak, miembro del grupo indígena Krenak de Brasil, ha estado en la vida pública durante décadas como activista por los derechos indígenas, conservacionista y filósofo. Sin embargo, a medida que el cambio climático y las crisis de biodiversidad se han vuelto más visibles, Krenak se ha integrado cada vez más a la agenda pública.

Por otro lado, la Ministra de Pueblos Indígenas de Brasil, Sônia Guajajara, procedente de la reserva indígena Araribóia en el estado de Maranhão, es la primera indígena en ser Ministra en Brasil y la primera en presidir una delegación de Brasil (como lo hizo en la COP28), marcando un hito importante en la visibilidad de los pueblos originarios en la lucha por el medio ambiente.

Al mismo tiempo, el cacique Raoni Metuktire ha recorrido muchos y difíciles caminos en su lucha por los derechos indígenas. Es una figura internacional emblemática de la lucha por la preservación de la selva amazónica y de la cultura indígena en Brasil y el mundo. Es originario de la aldea de Piaraçu, en el estado de Mato Grosso, donde vive el pueblo indígena Kayapó, también conocido como Mebêngôkre.

Estos son algunos de los referentes latinoamericanos indígenas más importantes en la lucha por los recursos, las tierras y el patrimonio indígena. Su lucha ha representado un avance importante en la visibilidad y representación de los pueblos originarios. Y no se trata únicamente de poder representar a los pueblos indígenas, sino el incluirlos activamente en decisiones que suelen afectar en mayor parte a sus propias comunidades, y en las que no suelen tener ninguna influencia.

 

La importancia de la representación

En su libro más reciente titulado Futuro Ancestral, Ailton Krenak argumenta que la tecnología a menudo da a la gente la ilusión de que se pueden controlar las crisis que la humanidad ha desatado en el planeta. También menciona que las sociedades deberían, en cambio, tratar de trazar el camino a seguir observando lo que había en el mundo antes: la naturaleza y las formas de vida que tenían a todos los seres vivos (y no solo a los seres humanos) en su centro.

La propia familia de Krenak huyó de su tierra ancestral a principios de la década de 1960, cuando él tenía 11 años, después de que madereros y ganaderos se instalaran en la zona. Su familia se fue después de ver cómo expulsaban violentamente a otros. Su familia terminó a cientos de kilómetros al sur, separados de la mayoría de sus demás familiares y de una forma de vida que estaba entrelazada con el bosque, el río y los animales de su tierra.

Por otro lado, la representación de Sonia Guajajara en el Ministerio de Pueblos Indígenas comienza a compensar la falta de participación de los pueblos indígenas en las decisiones relevantes que afectan a sus comunidades y a las tierras que les pertenecen. Durante muchos años se ignoró la función crucial que los territorios indígenas desempeñan en la mitigación del calentamiento global, ya que nuestro modo de vida protege la selva amazónica de la deforestación y la explotación.

La ministra ha mencionado que los pueblos indígenas representan solo el 5% de la población mundial, pero sus territorios resguardan el 82% de la biodiversidad protegida en todo el mundo, por lo que su protección es esencial.

Convencida del papel fundamental de las mujeres, especialmente las indígenas, en el siglo XXI, Sonia Guajajara defiende que la coexistencia entre las comunidades indígenas y la naturaleza puede ser un modelo de sostenibilidad en Brasil y en el resto del mundo.

 

Por otro lado, el discurso del cacique amazónico Raoni Metuktire acompaña esta urgencia. Es uno de los grandes jefes del pueblo Kayapo, asentado en el corazón de la Amazonía. “Los bosques y las tierras de Brasil ayudan a todo el mundo a vivir», ha sido el centro de lo que Raoni predicado a lo largo de su vida.

Las enseñanzas que nos han dejado los pueblos indígenas

El discurso que estos líderes (y otros muchos más de diferentes partes del mundo) sostienen es que la sociedad no parece terminar de entender que al dañar la naturaleza, nos dañamos a nosotros mismos. Y lo que es peor, el daño a nosotros mismos es mucho más profundo.

Es por eso que, más allá de cumplir cuotas o fingir inclusividad, el incluir a los pueblos originarios en las funciones públicas relevantes a las decisiones sobre el medio ambiente es imperativo porque es la vía más directa hacia la verdadera inclusión, una que no se ha logrado hacer desde hace 500 años. Es momento de entender que el tomar decisiones sobre el medio ambiente sin poner al frente a las comunidades indígenas simplemente no debería de ser posible. 

Es momento de entender que las causas ambientales y las causas sociales están íntimamente relacionadas, y que no es posible pensar en una idea de justicia social que no incluya también a la justicia ambiental, y vice versa. Es por eso que esta causa es (y seguirá siendo) tan importante.

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