It ends with us y la violencia doméstica

It ends with us y la violencia doméstica

La película It ends with us (Romper el círculo) ha sido el objeto de un sinfín de opiniones encontradas desde su estreno al inicio del mes. Basada en el libro homónimo de Colleen Hoover que tuvo un éxito rotundo (principalmente durante la pandemia debido al crecimiento de la comunidad de #BookTok) la película generó un alto grado de expectativa, pues ya tenía millones de lectores curiosos para saber cómo sería la adaptación del libro.

 

La novela es protagonizada por Lily Bloom (interpretada por Blake Lively), una joven que ha superado muchos retos para construir la vida que desea y alcanza su sueño de tener su propia tienda de flores. A pesar de su voluntad de salir adelante, su pasado es complicado y marcado por la violencia doméstica que presenció en su infancia cuando su padre golpeaba a su madre. Esta experiencia deja una huella profunda en Lily, influenciando sus decisiones y su visión del amor. Una de las reflexiones más notorias en el libro es la constante fijación que Lily tiene de no repetir los errores de su madre y nunca estar en una relación con esta dinámica.

 

A lo largo de su infancia, mientras atestiguaba directamente el abuso físico y emocional de su padre hacia su madre, se preguntaba hasta el cansancio por qué su madre no se decidía a dejarlo, incluso después de agresiones que la terminaban haciendo parar en el hospital.

 

El acontecimiento central de la historia es cuando Lily conoce a Ryle Kincaid (interpretado por Justin Baldoni), un atractivo y carismático neurocirujano. Ryle inicialmente parece ser el hombre perfecto, pero al mismo tiempo deja ver varias alertas o red flags que nos indican que su personalidad puede ser problemática. Su relación con Lily rápidamente revela aspectos más oscuros de su personalidad, incluyendo una tendencia a la violencia.

Errores y aciertos de la película

Mucho se ha hablado sobre los importantes aciertos y errores de esta película y, principalmente, lo que han provocado en las audiencias.

 

Una cosa que la película hace bien, según los expertos, es el romance al comienzo de la relación. Casi tan pronto como ve a Lily, Ryle lanza una ofensiva de encanto, una táctica conocida como love bombing, y, a pesar de que es claro que buscan relaciones de diferentes calidades, él la llena de atenciones, flores y peticiones insistentes.

 

Al mismo tiempo, otro gran acierto de la película es la manera en la que construyen el personaje del agresor. Esta película muestra que no existe un modelo único de cómo un agresor puede ser o verse. El agresor puede tener educación, clase, una familia atenta, valores, etc. El agresor puede parecer el hombre ideal hasta el momento en el que decide agredir, y es por eso que es tan difícil que las mujeres puedan resignificar a la persona que alguna vez idealizaron y que, a final de cuentas, aman. El lograr ver a quién alguna vez las enamoró como una amenaza no es siempre fácil (o blanco y negro como las personas que no han vivido esa situación lo suelen presentar. 

 

Y es justo ese aspecto el más complejo de una situación de violencia doméstica. Que el hecho de lograr salir de ella es un logro en sí, y que es mucho más difícil de lo que parece. Tanto que el promedio de veces de intentarlo para poder tener éxito son 7 intentos. Sin embargo, en la película Lily logra hacerlo desde el primer intento sin aparentes impactos mayores. A pesar de que le toma tiempo concretar su decisión después de separarse de Ryle (después de varios encuentros violentos), lo hace en un solo intento. 

 

La gran inexactitud para los profesionales que han visto la película es la facilidad con la que Lily se marcha una vez que logra caer en cuenta de que está siendo violentada. En la vida real, probablemente habría enfrentado acoso, manipulación, love bombing (otra vez) y otras tácticas de presión cada vez mayores, incluida la violencia.

 

En It Ends With Us, Lily y su ahora esposo Ryle se separan pacíficamente después de una sola conversación. Y en la película la conversación se presenta de una manera demasiado simple, casi superficial que nada tiene que ver con la verdadera lucha interna que consume a las mujeres que sufren de violencia doméstica. Y especialmente a aquellas que se ven obligadas a convertirse en madres solteras, como es el caso de Lily. En el intento de dejar a Lily brillar por su “fortaleza” la interpretación de Blake Lively y la película fallan en la correcta interpretación del acto al que quizá se resume la esencia de la complejidad de la violencia doméstica.

 

Y además de esta falta de desarrollo del problema, la partida parece ser increíblemente fácil gracias a la independencia financiera de Lily, el autocontrol de su ex pareja y el apoyo de la comunidad en la que se encuentra (que no toma el lado del agresor a pesar de que sean su familia).

 

Deconstruyendo el estigma

La violencia doméstica es un tema sumamente difícil de tratar simplemente por el hecho de que es sumamente difícil de vivir. Es un tema crudo, violento y a la vez terriblemente común. Y quizá esa es la peor parte. 

 

Las estimaciones publicadas por la OMS indican que, a nivel mundial, alrededor de 1 de cada 3 (30%) de las mujeres en todo el mundo han sido sometidas a violencia física y/o sexual por parte de su pareja o violencia sexual fuera de su pareja a lo largo de su vida. Y detrás de estas cifras hay millones de mujeres permanentemente heridas al igual que hombres que a su vez deberían de atender sus heridas, traumas y padecimientos para no caer en la violencia.

 

Y más allá de lo que la película haya hecho bien o mal, la realidad es que necesitamos mayor apertura para hablar de la violencia doméstica (y su rápida escalación) y mayores recursos para poder ayudar a las mujeres que viven en ella y a los hombres que la perpetúan. 

Si la violencia doméstica es una plaga entonces es tiempo de atenderla como tal.

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Recursos:

Si tú o alguien que conoces se encuentra en una situación de violencia doméstica puedes consultar Línea Mujeres. Éste es un servicio especializado que brinda *0311 Locatel, para detectar y atender la violencia contra las mujeres y niñas en la Ciudad de México, mediante asesoría jurídica, psicológica y médica, vía telefónica y chat. 

Para mayor información, comunícate al *0311 o 55 5658 1111 y solicita la Línea Mujeres de los Servicios Especializados, cuentan con atención telefónica y vía chat las 24 horas, los 365 días del año.

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