El narcisismo de Trump y Elon Musk

El narcisismo de Trump y Elon Musk

Junto con algunas políticas y tendencias progresistas que hemos visto durante los últimos años (como la diversidad de género y la integración étnica y racial), han surgido también importantes movimientos de extrema derecha como respuesta. Hemos podido observar esto desde antes de la elección de Donald Trump en 2016, sin embargo, a partir de su slogan Make America Great Again se ha creado una tendencia cada vez más radical de la derecha y de la limitación de las libertades individuales.

 

Y es que no solo se trata de una vertiente como el MAGA (que ya es peligrosa por sí sola) sino de las características de la autoridad que la encabeza. Y hoy en día esa figura es Donald Trump, quién está ganando cada vez más terreno y se ha aliado con figuras igual de radicales como Elon Musk y J.D Vance.

 

Y a pesar de que es poco probable (si no es que imposible) que logremos que alguna de estas figuras esté dispuesta a someterse a un diagnóstico psicológico formal (y mucho menos a compartirlo con el público) existen muchas trazas de sus personalidades que nos llevan a concluir que se encuentran dentro del espectro narcisista. Básicamente porque ellos han reforzado esta creencia a lo largo de sus (muy públicas) carreras.

¿Qué es un narcisista?

El trastorno narcisista de la personalidad es una afección de salud mental en la que las personas tienen un sentido excesivamente alto de su propia importancia. Necesitan y buscan demasiada atención y quieren que la gente los admire. Las personas con este trastorno pueden carecer de la capacidad de comprender o preocuparse por los sentimientos de los demás. Sin embargo, detrás de esta fachada, la realidad es que son personas sumamente inseguras y es por eso que  se molestan fácilmente ante la más mínima crítica.

 

Este trastorno es más frecuente en los hombres. La causa no se conoce con exactitud, pero puede implicar una combinación de factores genéticos y ambientales. Al igual que el resto de los trastornos y enfermedades mentales, el narcisismo debe ser diagnosticado por un profesional. Sin embargo, tomando en cuenta todas las características tradicionales de los narcisistas, esto implicaría una serie de pasos que éste tipo de personas no suelen tomar, llámese: reflexionar sobre su comportamiento, tomar en cuenta los efectos de su comportamiento en sus relaciones, y, principalmente, reconocer algunos de sus defectos lo suficiente para someterse a un espacio para poder hablar de ellos y de sus inseguridades. 

 

Y a pesar de que el narcisismo es un espectro (es decir, se puede presentar en diferentes grados) es difícil pensar en un narcisista lo suficientemente moderado para reconocer que su personalidad es problemática (y sacar el foco de él mismo como víctima) y así buscar ayuda. Si buscan tratamiento, es más probable que sea por síntomas de depresión, abuso de drogas o alcohol u otro problema de salud mental. Si llegan a considerar que una observación sea un insulto a su autoestima esto puede dificultar la aceptación y el cumplimiento del tratamiento.

 

Un trastorno narcisista de la personalidad causa problemas en muchas áreas de la vida, como las relaciones, el trabajo, la escuela o los asuntos financieros. Las personas con trastorno narcisista de la personalidad en general pueden sentirse infelices y decepcionadas cuando no reciben la admiración que creen merecer. Es posible que sus relaciones les parezcan problemáticas e insatisfactorias, y que otras personas no disfruten de estar cerca de ellos.

 

Desenmascarando al narcisista

Personas como Elon Musk y Donald Trump se han hecho famosos por alejarse de lo “políticamente correcto” y han solidificado la confianza de las personas gracias a su éxito en los negocios. Al mismo tiempo, sus personalidades narcisistas les han permitido ganarse a las personas a través de su carisma para después mostrar su intolerancia y reactividad.

 

Por otro lado, su manera agresiva y poco tradicional de lidiar con los problemas (queriendo reafirmar que no suscriben al statu quo) llega a parecer fresca e inspiradora para sus seguidores, en lugar de ser una señal de alerta de que probablemente no saben hacer bien su trabajo. La realidad es que ambos están desconectados de la realidad en la que viven y, de acuerdo a múltiples personas que trabajaron con ellos, es simplemente imposible poder colaborar con ellos si no se está 100% de acuerdo con lo que dicen. De entrada esto es imposible con personas con temperamentos tan volátiles y complicados. 

 

Donald Trump no es (y probablemente no será) el primer narcisista que ocupe un cargo político de este nivel, al igual que Elon Musk no será el único empresario megalomaniaco y obsesivo que veamos. Los expertos dicen que los narcisistas a menudo buscan posiciones de poder para alimentar su grandioso sentido de sí mismos y enmascarar su inseguridad. Su carisma, encanto y falta de empatía resultan útiles para estas actividades, que a menudo tienen éxito. Es casi seguro que los narcisistas han estado en autoridades relevantes y también en los más altos niveles del gobierno.

 

El filósofo inglés Bertrand Russell dijo que la diferencia entre un lunático y Alejandro Magno era que, a diferencia del lunático, Alejandro Magno sí tuvo la capacidad (y recursos) de hacer realidad sus delirios. Esto es lo mismo con Elon Musk y Donald Trump. Y la realidad es que han acumulado tanto poder y seguidores que, a pesar de que a todas luces digan cosas problemáticas (y muchas veces anticonstitucionales o imposibles), van a seguir teniendo un amplio séquito de personas que los vean como respuesta a los problemas que consideran una amenaza. Aunque la realidad sea que ellos solo están viendo por sus propios intereses, y por quién sea que convenga tener a su lado en ese momento.

También te puede interesar: Detrás del alza de la extrema derecha entre hombres

Deja un comentario

NOTICIAS RELACIONADAS