Un poco sobre los afromexicanos

Un poco sobre los afromexicanos

Una de las etnias presentes entre la diversidad cultural de México (y quizá una de las menos comprendidas) es la de los afromexicanos. Aquí presentamos un poco de información sobre su población y cultura.

Origen de los afromexicanos

El término «afrodescendiente» fue propuesto por la investigadora brasileña Sueli Carneiro en 1996. Este término se refiere a los descendientes de las poblaciones africanas que fueron víctimas de la esclavización transatlántica. En México, este término ha sido adoptado por instituciones, grupos y colectivos de personas con ascendencia africana para reconocer a sus antepasados.

 

Las poblaciones africanas arribaron a México como parte de las huestes españolas y a través del comercio de esclavos provenientes de África hacia América. Quienes conforman en la actualidad los pueblos afromexicanos son sus descendientes.

 

Actualmente, la región en la que se concentran estas poblaciones es la denominada Costa Chica de Guerrero, principalmente en los municipios de Ometepec y Cuajinicuilapa, así como en el distrito de Jamiltepec, ubicado en la región de la costa de Oaxaca y conformado por 24 municipios. Asimismo, existen poblaciones importantes en Chiapas, Coahuila, Michoacán y Veracruz. Las entidades con mayor presencia de población afromexicana son Guerrero (6.5%), Oaxaca (4.9%) y Veracruz (3.3%).

 

Según el INEGI, en México, el 1.16% de la población nacional se identifica como afromexicana. Son una minoría que está atravesada por cuestiones de raza y color de piel, y esta discriminación deriva en su falta de inclusión en la toma de decisiones en el país.

 

Esta discriminación (aunada con el hecho de que se han asentado históricamente en comunidades con menores recursos) tiene efectos en la calidad de vida de estas poblaciones y su acceso a diferentes servicios públicos, como la educación. Se estima que una de cada seis personas afrodescendientes (15.7%) es analfabeta, lo cual representa casi el triple de la tasa a nivel nacional (5.5%).

 

Asimismo, los niños y niñas afrodescendientes se encuentran en peor situación que los niños de otras etnias. Crecen y se desarrollan en contextos de mayor vulnerabilidad que los que tienen otras ascendencias, lo que compromete el alcance de un desarrollo integral óptimo.

 

Esta discriminación sistemática confirma que la variable étnico-racial es fuente de desigualdad, por lo cual remarca la necesidad de generar medidas afirmativas para combatir, mitigar y colaborar a erradicar todas las formas de discriminación.

Se concluye que además de los diagnósticos y estudios sobre la infancia y adolescencia afrodescendiente, son necesarias políticas públicas específicas destinadas a transformar la realidad que vive esta población.

Reconociendo a las poblaciones afrodescendientes

En el caso del término «afrodescendiente», las personas deben reconocer esta asignación, es decir, para contar a una persona como afrodescendiente, esta tiene que autoadscribirse como tal. Una persona con ciertos rasgos fenotípicos es afrodescendiente, pero no siempre es así. Existen personas con ciertos rasgos que no se identifican como afrodescendientes debido a que no comparten las características históricas y culturales que les otorgan esa identidad.

 

Por otro lado, es importante que en México se haga mayor consciencia de la inclusión de los afromexicanos como una de las etnias tradicionales de México, pues al cargar con la discriminación hacia las poblaciones africanas es común que encuentren una especie de “doble discriminación”.

 

En el marco de este reconocimiento se emprendió un proceso legal de reivindicación que vio sus frutos en 2019. En ese año se logró que los pueblos afroamericanos fueran reconocidos en la Constitución como componentes de la diversidad cultural del país, y se les garantizaran los mismos derechos que a los pueblos y comunidades indígenas.

Es por eso que las investigaciones sobre las personas afrodescendientes son tan importantes, pues nos ayudan a entender sus formas de organización, cultura, comunidad y cosmovisión, para así generar mejores políticas públicas y de integración. Y no solo las políticas que pueden parecer adecuadas para alguien que no pertenece a su comunidad, sino aquellas que de verdad atienden sus necesidades.

También te puede interesar: Imane Khelif luchó contra el prejuicio

Deja un comentario

NOTICIAS RELACIONADAS