Por primera vez en la historia, en los Juegos Olímpicos competirá un número igual de hombres y mujeres. Esta representación de 50/50 de atletas convierte a París 2024 en los primeros en alcanzar la igualdad de género.
Serán los primeros Juegos Olímpicos de la historia en lograr la paridad numérica de género en el terreno de juego, con la misma cantidad de atletas femeninas y masculinos participando en el evento deportivo más grande del mundo.
Este logro clave fue posible gracias a una gran cantidad de iniciativas lideradas por el Comité Olímpico Internacional (COI) e implementadas en asociación con partes interesadas del Movimiento Olímpico, como París 2024, Federaciones Internacionales, Comités Olímpicos Nacionales y emisoras.
Mujeres en los Juegos Olímpicos a través del tiempo
Las mujeres han recorrido un largo camino desde que compitieron por primera vez en unos Juegos Olímpicos en 1900, también en París. Ese año, las mujeres representaron sólo el 2,2% de todos los participantes.
La mayoría compitió en deportes considerados adecuadamente «femeninos», como el golf o el tenis, según el sitio de noticias sobre los Juegos Olímpicos Around the Rings. A las mujeres también se les prohibió competir en eventos deportivos largos después de los Juegos Olímpicos de Amsterdam 1928 debido a su “debilidad física”.
Pero el número de atletas femeninas creció de manera constante y se aceleró desde los Juegos Olímpicos de 1984 en Los Ángeles, Estados Unidos, cuando las mujeres representaban el 23% de los participantes olímpicos.
Para los Juegos Olímpicos de Londres 2012, el 44% de los atletas ya eran mujeres. Londres 2012 fue descrito como “Los Juegos de la Mujer” porque fue la primera vez en los Juegos Olímpicos que todos los países participantes tenían atletas femeninas en sus equipos. En ese momento esto significó un avance considerable, pero viéndolo en retrospectiva podría ser preocupante pensar que incluir a las mujeres en todos los deportes tardó tantos años.

El camino por recorrer
Si bien el mismo número de atletas masculinos y femeninos competirá en París 2024, todavía existe una brecha de género real en todos los roles de liderazgo en los Juegos Olímpicos, como en roles como el de jefe de misión, oficial técnico y entrenador. En Tokio 2020, únicamente el 13% de los entrenadores eran mujeres, y el 10% en los Juegos de Invierno de Beijing 2022.
El Comité Olímpico ha lanzado muchas iniciativas para abordar este problema, incluido el trabajo en asociación con federaciones internacionales, CON y comités organizadores para abrir más funciones y vías de entrenamiento a las mujeres, como el programa Women in Sport High Performance Pathway. Este programa tuvo como objetivo formar a 100 entrenadoras en el período previo a París.
En mayo de 2021, el COI aprobó 21 objetivos de igualdad e inclusión de género para 2021-2024. Estos objetivos se basan en el progreso logrado como parte de la Agenda Olímpica 2020 y el Proyecto de Revisión de la Igualdad de Género del COI.
A pesar de las iniciativas de inclusión implementadas, uno de los principales detractores de la inclusión integral de las mujeres en el deporte es la brecha salarial. Debido a la falta de inversión e interés por parte de las autoridades deportivas el incluir a las mujeres desde los inicios en los deportes se vuelve un problema estructural que implica varios factores e involucra a múltiples autoridades.
La importancia de la inclusión en el deporte
El deporte puede cambiar vidas debido a los buenos hábitos que inculca y la estabilidad que puede implementar en la vida de una persona. Al mismo tiempo, el normalizar la total inclusión de las mujeres en el deporte será lo único que permitirá una verdadera transformación del sistema.
Esto incluye promover el liderazgo, el trabajo en equipo, la autosuficiencia y la confianza en las mujeres para así normalizar el deporte como un espacio seguro y normal para las mujeres y las niñas desde que son pequeñas. La paridad de género también beneficia a las economías y sociedades en general.
En su Informe Global sobre la Brecha de Género 2023, el Foro Económico Mundial encontró que el progreso en el cierre de las brechas de género significa más crecimiento, innovación y resiliencia para los países.
El informe afirma que la brecha de género en 146 países está actualmente cerrada en un 68,4%, pero aún faltan 131 años para la igualdad de representación entre hombres y mujeres en las esferas económica, política, sanitaria y educativa al ritmo actual de progreso.
Es por eso que hazañas como esta deben ser reconocidas al mismo tiempo que seguimos avanzando hacia normalizar y requerir la inclusión en todos los aspectos de la vida y el trabajo. Este es un paso en la dirección correcta, pero uno que debería ser solo uno más de múltiples esfuerzos de inclusión en todos los ámbitos.
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