La semana pasada el cirujano general de EE. UU., el Dr. Vivek Murthy, inició una campaña para que se empiece a poner una etiqueta de advertencia oficial en las redes sociales, similar a la que vemos en los productos de tabaco y alcohol.
El cargo del cirujano general de los Estados Unidos se refiere al jefe operativo del Cuerpo Comisionado del Servicio de Salud Pública de los Estados Unidos y, consecuentemente, éste es el principal portavoz en asuntos de salud pública en el gobierno federal de los Estados Unidos.
El Dr Vivek Murthy, quien propuso esta iniciativa, ha tenido una amplia trayectoria abogando por la salud mental y, principalmente, enfatizando sobre la crisis de salud mental que atraviesan los jóvenes en Estados Unidos hoy en día. En su libro Juntos: El poder de la conexión humana elabora sobre la soledad como una de las principales amenazas de salud pública en Estados Unidos. Por lo tanto no es sorprendente que una persona así haya sido la primera en proponer una iniciativa concreta para visibilizar cómo las redes sociales pueden contribuir a la crisis de salud mental.
¿Qué llevó a la propuesta?
El Dr Murthy ha dicho que la crisis de salud mental entre los jóvenes se encuentra en estado de emergencia y las redes sociales se han convertido en un factor importante. Los adolescentes que pasan más de tres horas al día en las redes sociales enfrentan el doble de riesgo de sufrir síntomas de ansiedad y depresión, y el uso diario promedio en este grupo de edad en Estados Unidos durante el verano de 2023, fue de 4.8 horas. Aunado a esto, casi la mitad de los adolescentes han reportado que las redes sociales les hacen sentir peor con respecto a su cuerpo.
La propuesta de una advertencia de parte del Cirujano General consiste en que la plataforma indique que las redes sociales están asociadas con importantes daños a la salud mental de los adolescentes. Esta etiqueta, que requiere la acción del Congreso, recordaría periódicamente a padres y adolescentes que no se ha demostrado que las redes sociales sean seguras. La evidencia de los estudios sobre el tabaco muestra que las etiquetas de advertencia pueden aumentar la conciencia y cambiar el comportamiento.
El funcionario enfatizó que una etiqueta de advertencia, por sí sola, no haría que las redes sociales fueran seguras para los jóvenes. Eso es una medida a la que debe llegarse a través de medidas bipartisanas en el Congreso que exijan mayor transparencia de las empresas dueñas de las redes sociales para informar sobre sus algoritmos y los riesgos que implican, especialmente para los niños y adolescentes.
En manos de quiénes no tienen nuestros mejores intereses en mente
La realidad es que, siendo padre o madre, el intentar evitar que un adolescente no haga uso de las redes sociales es una tarea francamente complicada (por decir lo menos). Además del hecho de que para las personas jóvenes la vida digital se ha vuelto una parte intrínseca de la vida en general, también está entretejida con el sentido de pertenencia que los adolescentes requieren tanto.
Por lo tanto, a pesar de que en la teoría las redes sociales puedan hacerle mucho daño a los adolescentes, la realidad es que en la práctica el intentar alejarlos de ellas puede sentirse como si les estuviéramos privando de algo importante.
Sin embargo, debemos recordar que existe mucha falta de información en relación a la manera de elaborar los algoritmos utilizados en las redes sociales y cómo es que, al percibir el interés de un usuario, pueden hacer que se radicalice con extrema facilidad, sin que ni siquiera se perciba a lo largo del proceso.
Al mismo tiempo no existen suficientes filtros para los usuarios más jóvenes, por lo que al formar parte de las redes sociales están inevitablemente expuestos a una serie de contenidos peligrosos sin siquiera saberlo.
Debemos recordar que las redes sociales no son más que empresas; corporativos que buscan aumentar sus ganancias a cuestas de los usuarios. Algunos de los principales dueños de plataformas importantes como Mark Zuckerberg y Elon Musk nunca han destacado por la voluntad de mantener seguros a sus usuarios (al contrario). A pesar de la presión para hacer sus plataformas más seguras, las condiciones no parecen haber cambiado considerablemente.
Es por esto que se debe exigir a las empresas que compartan sus datos sobre los efectos en la salud con científicos independientes y el público (actualmente no lo hacen) y permitir auditorías de seguridad independientes. Si bien las plataformas afirman que están haciendo que sus productos sean más seguros, la realidad es que continúan teniendo los mismos efectos.
(Ejemplo de cómo podría verse una advertencia en TikTok. Crédito: Fastcompany.com
Lo que podemos hacer
A pesar de que este tipo de advertencias no se puedan implementar (o que quizá nunca se haga en nuestro país) el simple hecho de ver que empiezan a surgir este tipo de iniciativas debería de ponernos en estado alerta.
Los mismos algoritmos que a nosotros como adultos nos dejan sintiéndonos inseguros e insuficientes y nos llevan a muchas veces necesitar alejarnos pueden tener efectos mucho más negativos en los adolescentes y niños. Principalmente porque los algoritmos están hechos, principalmente, para incitarnos a consumir.
Pero este conocimiento, experiencia y conciencia son elementos con los que los adolescentes no cuentan. Por lo que es importante que los padres o guardianes sean extremadamente conscientes del contenido que sus hijos están consumiendo, al igual que limitar la cantidad de tiempo que pasan en redes sociales (si es que siguen permitiendo que las usen). Más allá de las discusiones que esto puede causar, ya no es sostenible dejar que los adolescentes formen parte de las redes sociales sin limitaciones
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