Hace algunos días vimos a los usuarios de internet sumamente ofendidos -especialmente las mujeres y la comunidad LGBT- por el discurso que el jugador de los Kansas City Chiefs, Harrison Butker hizo en la Universidad Benedictina en Kansas.
Asignado con la labor de dar el discurso de graduación, Harrison Butker aprovechó para usar la ocasión para propagar sus ideales sobre el mundo más que intentar hablar desde el punto de vista de quiénes se graduaban.
¿Qué dijo Harrison Butker?
Butker les dijo a las mujeres que se graduaban de la Universidad Benedictina que les habían alimentado con “mentiras diabólicas”; y luego sugirió que su único verdadero propósito era ser madres y amas de casa. Criticó los males del control de la natalidad y el aborto, una vez más enfatizando cómo las mujeres no tienen mucha utilidad más allá de ser madres.
Habló con nostalgia de los días en que los hombres tenían la primacía y las mujeres conocían su lugar – “nosotros fijamos el tono de la cultura y cuando eso falta, se instalan el desorden, la disfunción y el caos” – e instó a los graduados varones a “luchar contra la emasculación cultural de los hombres.»
De alguna manera, Butker logró ofender a todos, desde las mujeres hasta los miembros de la comunidad LGBT. Incluso las monjas fundadoras de la Universidad estuvieron en desacuerdo con sus declaraciones: “En lugar de promover la unidad en nuestra iglesia, nuestra nación y el mundo, sus comentarios parecen haber fomentado la división»
@changedotorg A Change.org petition is calling on the Chiefs to dismiss kicker Harrison Butker for making several dehumanizing remarks during his commencement speech at Benedictine College on May 11th. Here’s what the three-time Super Bowl champion said about women, Pride Month, COVID, abortion, and more … If you want to read or sign the petition, head to our link in bio. #HarrisonButker #commencement #graduation #chiefs #nfl ? original sound – Change.org
El lugar de la NFL
A pesar de que la NFL tiene una rama sumamente conservadora de seguidores (la mayor parte de ellos hombres blancos), esto sucede después de que la NFL ha concretado significativos esfuerzos para acercar a las mujeres a la liga.
Desde el fenómeno Taylor Swift en el fútbol americano cada vez más mujeres se han interesado por el deporte, al grado de que el último Super Bowl tuvo un récord de audiencia (y récord de audiencia de mujeres también).
Jonathan Beane, director de diversidad e inclusión de la NFL, dijo que Butker hablaba a título personal. “Sus puntos de vista no son los de la NFL como organización. La NFL es firme en nuestro compromiso con la inclusión, lo que sólo fortalece a nuestra liga”, dijo en un comunicado.
Esto tiene sentido viniendo de una liga como la NFL (que es la liga más grande del mundo) en la que, desde su lógica corporativa, sería una misión suicida el mostrar apoyo a comentarios que dejan en un lugar tan despreciable a dos comunidades potencialmente redituables.
El año pasado, después de que se hiciera pública la relación de Taylor Swift y Travis Kelce, las ventas de su jersey con los Kansas City Chiefs subió 400 por ciento. Los boletos de los juegos (y posteriormente el Super Bowl) aumentaron alrededor de 35 por ciento, y la audiencia de los partidos aumentó 6% en hombres y 9% en mujeres.
Así que, independientemente de quiénes estén de acuerdo o no con estas declaraciones que parecen sacadas directamente de tiempos medievales, en el momento cultural que vivimos hoy en día no es una decisión inteligente para los negocios tomar el lado de personas que se expresan de esta forma. Esto no siempre refleja que sean verdaderos aliados o que estén convencidos de por qué estas ideas están mal.
Un entorno cómplice
Quizá una de las repercusiones más tristes de este episodio ha sido la respuesta de compañeros de equipo de Butker que tienen suficiente poder para lograr decir que no están de acuerdo con sus declaraciones, y aún así conservar el aparato que les otorga privilegio.
Al preguntarle su opinión sobre los comentarios de Harrison, el entrenador de los Kansas City Chiefs, Andy Reid, dijo que no encontró que sus declaraciones fueran ofensivas para las mujeres. También dijo el clásico “él tiene derecho a su opinión y todos respetamos eso”.
Y a pesar de que sus comentarios pueden parecer representativos de alguien de su generación, los comentarios de sus compañeros de equipo más famosos y emblemáticos no fueron muy distintos.
Incluso Travis Kelce, el arquetipo perfecto del hombre lo suficientemente seguro en su masculinidad que no se siente amenazado por el éxito de su novia (posiblemente la persona más famosa del planeta actualmente) sino que la apoya con entusiasmo y orgullo, respondió de una manera bastante laxa cuando le preguntaron su opinión.
«Cuando se trata de sus puntos de vista y lo que dijo en el discurso de graduación de la Universidad, esos son suyos», dijo Kelce. «No puedo decir que esté de acuerdo con la mayor parte o con casi nada, aparte de que él ama a su familia y a sus hijos. Y no creo que deba juzgarlo por sus puntos de vista, especialmente sus puntos de vista religiosos, sobre cómo vivir la vida. Simplemente eso no es lo que soy».
Por otro lado, Patrick Mahomes, el quarterback más famoso de la NFL y la estrella del equipo dijo: «Hay algunas cosas que dijo con las que no necesariamente estoy de acuerdo, pero entiendo la persona que es y está tratando de hacer todo lo posible para guiar a la gente en la dirección correcta».
Y no es que estos hombres compartan necesariamente la visión de su compañero, sino que son incapaces de decir públicamente que lo que dijo está mal. El hecho de que ellos, hombres de poder que tienen todo a su favor, continúen enfocándose en la idea de que “todos tienen derecho a su punto de vista” es un lugar sumamente cómodo y poco útil en el que mantenerse.
Y a pesar de que Butker efectivamente tiene derecho a su opinión, eso no necesariamente significa que debería de compartir (o imponer) su opinión a cientos de personas en una graduación y otras cientos de miles en internet. La libertad de expresión no significa libertad de alcance. Es eso lo que distingue a las personas en posiciones de poder que propagan ideas peligrosas: que no tienen las mismas consecuencias que una persona normal expresándose.
También te puede interesar: Victoria’s Secret: ¿renaciendo de las cenizas?














