La endometriosis y sus efectos

La endometriosis y sus efectos

Este 14 de marzo celebramos el día mundial de la endometriosis, una enfermedad que afecta a aproximadamente 1 en 10 mujeres en el mundo y 200 millones de mujeres en total. Sin embargo, se estima que estos datos están por debajo del promedio pues provienen de las pacientes a las que ya se les ha realizado una laparoscopía. Hoy en día este no es el método idóneo para un diagnóstico, por lo que si un médico afirma que tiene que recurrir a él para diagnosticar, probablemente no es un especialista real.

¿Qué es la endometriosis?

La endometriosis es una enfermedad crónica que afecta a mujeres de cualquier edad, y se caracteriza por ser una patología inflamatoria, en la que el tejido similar al endometrio se localiza fuera del útero, provocando cólicos menstruales extremadamente dolorosos e incapacitantes. Por el momento no existe una cura.

 

Esta enfermedad está estandarizada como una de las más dolorosas en el mundo, ocupando un lugar en el top 20. El tiempo promedio para recibir un diagnóstico es de 6 a 10 años y la edad promedio para tener un diagnóstico es a los 34 años, a pesar de que una mujer puede tener endometriosis activa desde su primera menstruación.

 

A diferencia de lo que se ha dicho, la endometriosis es una patología inflamatoria de todo el cuerpo, es decir, no afecta únicamente al útero ni mucho menos únicamente desde la menstruación. El tejido de los implantes de endometriosis puede ser encontrado en órganos como intestino, pulmones, apéndice, riñones y hasta en los pulmones. Y muchas veces los casos están tan avanzados que a las pacientes que se someten a cirugía de endometriosis terminan extirpar órganos total o parcialmente.

 

Al mismo tiempo, la enfermedad no se presenta de la misma manera en todas las pacientes. Uno de los efectos más graves de la endometriosis son los efectos negativos en la fertilidad. Es decir, una mujer puede pasar toda su vida sin tener ningún síntoma que remite a tener la enfermedad (por ejemplo, los cólicos menstruales incapacitantes), pero puede resultar tener graves afecciones a su fertilidad las cuales, dependiendo de los específicos del caso, pueden tener solución o no.

 

 

El problema detrás del dolor

Más allá de su complejidad médica, uno de los problemas más importantes de la endometriosis es la negligencia y falta de atención que se le ha dado históricamente. Esto proviene de la vergüenza y secrecía que se le asocia a la menstruación como tal, pero en el caso de la endometriosis es mucho más grave. 

 

Históricamente a las mujeres no se nos enseña a hablar abiertamente sobre nuestro cuerpo; desde niñas aprendemos a ver a la menstruación como algo que se debe esconder, desde poner una toalla menstrual en una bolsa para disimular cuando vamos al baño a cambiarla, hasta usar términos como “estoy en mis días” o “ya llegó Andrés el que viene cada mes” (¡¿podemos hablar de la ironía de que le hayamos puesto nombre de hombre a la menstruación?!)

 

Todos estos factores además de la falta de preparación, humildad y empatía de los médicos que no toman en cuenta el dolor de las pacientes contribuyen a que no exista suficiente conocimiento ni suficiente preparación para tratar adecuadamente la enfermedad.

 

Esto deviene en que la patología siga creciendo y aumentando en las pacientes y el momento en el que acuden a un médico que tiene los conocimientos para darle un tratamiento adecuado, la enfermedad avanzó mucho, complicando aún más su cuadro inicial.

 

El dolor de la endometriosis

Una de las razones más importantes para difundir la endometriosis es que el dolor que ocasiona es uno de los más fuertes que cualquier persona pudiera tener a lo largo de su vida. Los analgésicos normales no suelen hacer ningún efecto, y es necesario tener asistencia médica constante y especializada para saber qué medicamentos tomar en caso de dolor.

Este dolor es, literalmente, paralizante. No es la clase de dolor en la que una persona puede tomar un ibuprofeno o una pastilla similar y seguir con su día. Es la clase de dolor en la que una persona no suele poder moverse ni concentrarse en nada. 

Es por esto que necesitamos exigir leyes que den las condiciones para que este tipo de enfermedades no paralicen la vida de miles de mujeres. Es por esto que necesitamos contemplar esta enfermedad en el presupuesto de salud pública y otorgar licencia menstrual a las mujeres que la necesiten.

Sin embargo, cualquier persona puede empatizar con el dolor. Si no padeces endometriosis lo más probable es que conozcas a alguien que sí, y puedes hacer su experiencia menos difícil al creerle y poder facilitar sus condiciones ya sea en el trabajo, la escuela, la familia o la relación de pareja. Este no es un problema que sea responsabilidad de quien lo padece, sino de quiénes voltean la cara a su existencia.

Buscando ayuda

Si crees que tú o alguien que conoces puede padecer endometriosis, lo más importante es acudir a un centro especializado que sepa tratar la endometriosis con las herramientas más modernas y efectivas, una de ellas siendo la cirugía de excisión (actualmente el único método para retirar la endometriosis).

Si vives en México puedes encontrar a un doctor calificado aquí, al igual que buscar doctores especializados en tu país de residencia.

Si quieres comenzar a informarte a través de un test preventivo, puedes recurrir a esta herramienta en la que se podrá determinar el riesgo o probabilidad que existe de que padezcas endometriosis.

Lo más importante para vencer esta enfermedad es saber que nadie conoce mejor a tu cuerpo que tú misma y que hoy en día existe tecnología para poder tratar estos síntomas y enfermedad si nos atrevemos a comenzar a darle el lugar que le corresponde.

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