La decisión de permitir la participación de Israel en Eurovisión 2026 provocó un fuerte quiebre entre los países miembros. Mientras Rusia permanece excluida desde su invasión a Ucrania en 2022, el concurso dio luz verde a Israel, pese a las críticas por la guerra en Gaza. Esa diferencia encendió tensiones y derivó en un boicot que ya suma a Irlanda, España, Eslovenia y los Países Bajos.
La Asamblea General de la Unión Europea de Radiodifusión (EBU) evitó votar sobre la presencia de Israel. En cambio, aprobó nuevas reglas para limitar la promoción desproporcionada de canciones por parte de gobiernos o terceros. “La mayoría consideró que no se necesitaba una votación adicional y que Eurovisión 2026 debía seguir como estaba previsto”, dijo la EBU. Esta postura contrastó con decisiones previas, ya que Rusia sí fue expulsada tras su ofensiva militar, un punto que muchos señalaron como una inconsistencia.
RTÉ, la emisora pública de Irlanda, anunció que no participará ni transmitirá el certamen. Señaló que sería “inconcebible” unirse al festival mientras continúe la crisis humanitaria en Gaza. RTVE, de España, también se retiró. Consideró insuficiente el proceso de decisión y afirmó que la negativa a someter la participación de Israel a voto genera desconfianza.
El ministro de Cultura de España, Ernest Urtasun, respaldó la salida. Aseguró que “no se puede blanquear a Israel ante el genocidio en Gaza” y que la cultura debe apoyar la justicia y la paz. La crítica aumentó el contraste con el trato a Rusia, ya que la EBU impidió su presencia desde 2022 sin mayor debate.
Países Bajos se sumó al boicot. Su emisora Avrotros afirmó que la situación actual no permite participar sin comprometer los valores de servicio público. Eslovenia, que ya había advertido sobre la posibilidad de retirarse, confirmó que competir sería contrario a sus principios de paz e igualdad.
Las nuevas normas votadas por la EBU buscaban responder a las preocupaciones sobre la influencia política después de que Israel ganara el voto del público en mayo. Sin embargo, varios países consideraron que el cambio no era suficiente. El 65% de los delegados apoyó las modificaciones, el 23% votó en contra y el 10% se abstuvo.
Los países nórdicos —Noruega, Suecia, Finlandia, Dinamarca e Islandia— respaldaron las reglas y seguirán participando. Reconocieron avances, aunque pidieron mantener el debate sobre cómo proteger la credibilidad del concurso.
Israel celebró la decisión. Su presidente, Isaac Herzog, dijo que el país “merece ser representado en todos los escenarios del mundo” y pidió que Eurovisión siga siendo un símbolo de amistad y entendimiento cultural.
La edición número 70 de Eurovisión se celebrará en Viena tras el triunfo de la cantante JJ. En Alemania, algunos líderes pidieron que la emisora SWR se retirara si Israel era excluido. Sin embargo, SWR defendió su participación y la presencia israelí, alegando que el certamen lo organizan las emisoras, no los gobiernos.
La EBU mantiene que la cadena israelí Kan cumple todos los requisitos para competir en 2026, pese a las disputas. Rusia, en cambio, sigue sin poder regresar desde su veto en 2022, un contraste que alimenta la percepción de trato desigual.
La diversidad laboral como prioridad en Coahuila El compromiso de Salomón Issa Tafich con la…
La violencia contra las mujeres con discapacidad es un problema grave en México y en…
La reducción de la jornada laboral en México volvió al centro del debate. Sin embargo,…
Cynthia Erivo, protagonista de Wicked 2, se convirtió en blanco de una ola masiva de…
Cuando se habla del impacto de una mujer en la vida pública, el trabajo de…
En los últimos años, la conversación sobre bienestar femenino dentro del entorno corporativo ha tomado…