¿Cómo son las posturas de Kamala Harris?

Desde que el presidente Joe Biden anunció que se retiraría de la contienda a la presidencia (a pesar de haber estado en campaña y haber reiterado en diversas ocasiones que sí buscaría la reeleción) y declaró su apoyo a Kamala Harris, la figura de la vicepresidenta ha adquirido mucha fuerza y liderazgo. Incluso, a pesar de que muchos pensarán que no pudiera tener la misma fuerza que Biden. 

Desde que Harris anunció su candidatura, le han metido turbo a su campaña, disparando así las conversaciones políticas y apoyo al partido demócrata. Esto se muestra más notablemente en su recaudación de fondos, que desde el domingo ha logrado recaudar un total de 231 millones de dólares a través de donaciones políticas.

Pero, ¿cuáles son las posturas de Kamala Harris sobre temas que han sido vitales para la campaña presidencial del partido Demócrata? A continuación presentamos algunos de los más importantes:

 

Aborto y derechos reproductivos

Kamala Harris apoya abiertamente el aborto, y ha dicho en el pasado que apoya la legislación que protegería el derecho al aborto a nivel nacional, como lo hizo Roe v. Wade antes de que fuera revocada en 2022, en Dobbs v. Jackson Women’s Health Organization.

También apoyó constantemente el derecho al aborto durante su mandato en el Senado, incluido el copatrocinio de una legislación que habría prohibido restricciones comunes a nivel estatal, como exigir a los médicos que realicen pruebas específicas o tener privilegios de admisión hospitalaria para poder realizar abortos.Al mismo tiempo, en marzo, realizó la primera visita oficial de un presidente o vicepresidente a una clínica de abortos. 

Por otro lado también ha demostrado su apoyo al derecho de las mujeres a decidir sobre su futuro reproductivo. Esto incluye el apoyo a la fertilización in vitro y el acceso a anticonceptivos, los cuales se han visto bajo amenaza ante las propuestas impulsadas por el partido republicano y sus representantes en la Suprema Corte.

Crisis climática

Harris ha apoyado los esfuerzos para combatir la crisis climática por parte de la administración Biden, incluida la legislación que proporcionó cientos de miles de millones de dólares en créditos fiscales y reembolsos para energía renovable y vehículos eléctricos.

Durante la campaña presidencial de 2020, enfatizó la necesidad de justicia ambiental, un marco que exige políticas para abordar los efectos adversos que el cambio climático tiene en las comunidades pobres y las personas de color. Ella también lo ha enfatizado como vicepresidenta.

En 2019  Harris (entonces senadora) y la diputada Alexandria Ocasio-Cortez, demócrata de Nueva York, presentaron una legislación que pretendía evaluar las normas y leyes ambientales de acuerdo a cómo afectaban a las comunidades de bajos ingresos. 

También propuso crear una Oficina de Responsabilidad de Justicia Climática y Ambiental independiente con un “asesor principal en justicia climática” dentro de varias agencias federales. En 2020, Harris presentó una versión más amplia del proyecto de ley. Ninguna de las leyes fue aprobada.

Migración

Uno de los mandatos de Harris como vicepresidenta ha sido abordar las causas fundamentales de la migración desde América Latina, como la pobreza y la violencia en los países de origen de los migrantes.

El año pasado, anunció promesas de 950 millones de dólares de empresas privadas para apoyar a las comunidades centroamericanas. En 2021, visitó la frontera entre Estados Unidos y México y enfatizó sobre la crisis humanitaria que se vive entre las poblaciones migrantes. Aunque esta no estuvo libre de controversias, ya que durante la visita a Guatemala le pidió a los guatemaltecos no ir a Estados Unidos.

Más recientemente, respaldó un acuerdo bipartidista de seguridad fronteriza respaldado por Biden pero que finalmente fue anulado por los legisladores republicanos. La legislación habría cerrado la frontera si los cruces alcanzaran un umbral establecido y habría financiado miles de nuevos agentes de seguridad fronteriza y oficiales de asilo.

Israel y Gaza

Harris pidió en marzo un “cese al fuego inmediato” en Gaza y describió la situación allí como una “catástrofe humanitaria”. Dijo que «la amenaza que Hamás representa para el pueblo de Israel debe ser eliminada», pero también que «demasiados palestinos inocentes han sido asesinados».

En una entrevista realizada a finales de ese mes, enfatizó su oposición a una invasión israelí de Rafah, la ciudad en el sur de Gaza a la que habían huido más de un millón de personas. Aunque se ha considerado que Harris es más crítica con la guerra en Gaza que Biden, no se esperaba que en su reunión exprese a Netanyahu puntos de vista que difieran de la política actual.

No está claro en qué medida difieren sus puntos de vista (al parecer no difieren nada). Incluso su llamado a un alto el fuego, que generó titulares que sugerían una nueva presión de Estados Unidos sobre Israel, fue consistente con la posición de Biden: una exigencia de que Hamas aceptara una propuesta israelí de detener los combates a cambio de la liberación de los rehenes retenidos en Gaza.

En su más reciente reunión con Benjamin Netanyahu declaró haber reafirmado la alianza de Estados Unidos con el estado de Israel y también apoya su «derecho a defenderse». Al mismo tiempo ha declarado que están trabajando por un cese al fuego y una solución que dé pie a dos estados.

Aunque este no estuvo libre de sus fallas. Para empezar, el foco del discurso después de su reunión con Netanyahu fue Israel y su «derecho a defenderse»; así como el señalamiento de Hamas como el gran culpable. 

Además, mientras sí mencionó el número de israelís que murieron el 7 de octubre, así como el número de rehenes, en ningún momento mencionó los números de palestinos que han muerto en los últimos 10 meses.

Sin embargo,  su tono y énfasis en el sufrimiento humano marcaron un drástico punto de inflexión retórico en la forma en que la administración discutió el costo de la guerra.

A lo largo de las próximas semanas podremos observar cómo es que Kamala Harris se posiciona de manera más concreta sobre estos asuntos importantes, ya no a la sombra de Biden sino construyendo su propio proyecto presidencial.

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