COP28: Las mujeres y los defensores del clima impulsan juntos el cambio

La conferencia climática de la ONU de este año, que se lleva a cabo en Dubái, la ciudad más grande de los Emiratos Árabes Unidos, abrió su segunda semana completa escuchando a una muestra representativa diversa de mujeres líderes y activistas alzar sus voces para pedir que se ponga fin a las brechas de género existentes y se mitiguen los impactos cada vez peores del cambio climático en las mujeres y las niñas. 

Las normas de género prevalecientes, las desigualdades existentes y su participación desigual en los procesos de toma de decisiones a menudo impiden que las mujeres contribuyan plenamente a las soluciones climáticas. Es preocupante que un informe publicado hoy por ONU Mujeres sugiera que, para 2050, el cambio climático podría empujar a la pobreza a 158 millones de mujeres y niñas más y a 236 millones más a la inseguridad alimentaria. 

Sin embargo, hay esperanza, ya que las mujeres pueden desempeñar un papel importante en las soluciones climáticas, y de hecho lo hacen, como se destacó en el «Día de la Igualdad de Género» en la COP28, donde las mujeres agentes de cambio mostraron cómo están impulsando la acción. 

La Oficina de Alianzas de las Naciones Unidas organizó una mesa redonda sobre la plataforma «Women Rise for All» en Creator Hub, en la que se subrayó el liderazgo de las mujeres en la ampliación de soluciones sostenibles alineadas con el Acuerdo de París.

Mujeres que lideran la acción climática

«Las mujeres están a la vanguardia de la batalla climática. Ya sea como científicos, legisladores, líderes indígenas, jóvenes activistas, están luchando para mantener vivo el objetivo de 1,5 grados centígrados», dijo la vicesecretaria general de la ONU, Amina Mohammed, en su discurso en video. 

Haciéndose eco de ese sentimiento, Jemimah Njuki, Jefa de Empoderamiento Económico de ONU Mujeres, dijo: «A pesar de que no tienen los recursos, también estamos viendo muchas acciones lideradas por mujeres y niñas y si podemos darles los recursos, incluidos los recursos financieros, para hacer más, creo que nuestro mundo será mejor gracias a ello». 

Las panelistas señalaron que seguirán de cerca el progreso de las negociaciones sobre el clima en la COP28, en particular en la cuestión de la financiación para la transición energética justa, la «eliminación gradual» de los combustibles y la «introducción gradual» de la energía limpia. 

«Las mujeres siguen impulsando una acción climática ambiciosa más que en todas partes, incluso en sus comunidades, ciudades, países y regiones», subrayó la jefa adjunta de la ONU. 

En consonancia con el tema del día, los eventos destacaron cómo las mujeres están aportando soluciones, salvando vidas y protegiendo los medios de subsistencia, y algunas de estas soluciones están impulsando el cambio a miles de kilómetros de distancia del lugar de la conferencia. 

La Directora Ejecutiva de ONU Mujeres, Sima Bahous, dijo: «Los derechos de las mujeres y las niñas deben estar en el centro de la acción climática, incluso aquí en la COP28. Debemos asegurarnos de que las mujeres tengan un asiento en la mesa de toma de decisiones». 

«Debemos fortalecer la toma de decisiones inclusivas para que las voces de las feministas, los jóvenes, los pueblos indígenas y otros movimientos de base puedan escucharse alto y claro desde el nivel local hasta el global», agregó. 

La crisis climática «no es neutra en cuanto al género» 

Greg Puley, jefe de clima de la oficina de asuntos humanitarios de la ONU, OCHA, dijo a los delegados que era una «grave injusticia» que las personas en la primera línea de la crisis climática, que eran las menos responsables de ella, se encontraran con demasiada frecuencia «al final de la fila» para la financiación climática. 

La crisis climática no es neutral en cuanto al género, añadió, e instó a los donantes y a los trabajadores humanitarios a seguir «centrados en las necesidades diferenciadas de las mujeres y las niñas en la respuesta a la ayuda». 

Impulsando la igualdad real

Ignacia de la Rosa, líder de la comunidad de San Antero en la región de Cispatá en Colombia, ha estado trabajando durante varios años en un proyecto de «carbono azul» destinado a conservar y restaurar los bosques de manglares costeros en la cuenca del río Sinú en Colombia. 

Los hábitats de los manglares son criaderos naturales de peces, barreras protectoras contra las marejadas ciclónicas, proporcionan fuentes de madera para construir y cocinar, y ofrecen soluciones ecológicas para las medidas de mitigación del clima. 

En declaraciones a Noticias ONU, la Sra. De la Rosa observó que la presión sobre los manglares debido a la agricultura y la ganadería era inmensa en su comunidad, y que la gente también los estaba talando para obtener materiales de construcción y construcción. 

Por lo tanto, es un desafío clave para ella gestionar el bosque de manera sostenible para que su comunidad pueda seguir recibiendo los beneficios que ofrece, mantener a las personas conectadas con sus bosques y asegurarse de que vivan y mantengan los medios de subsistencia allí. 

Con una combinación de prácticas sostenibles de uso de los manglares, no solo ha protegido un recurso natural, sino que ahora también proporciona lucrativos ingresos turísticos de los observadores de aves y ambientalistas que visitan el área. 

Pero este no fue su único reto. Hablando a través de un intérprete, describió cómo se enfrentó a la discriminación racial y de género y con qué frecuencia, en una reunión de 200 hombres, ella sería la única mujer que lucharía por acciones que pudieran garantizar la conservación de los manglares. 

La Sra. De la Rosa lamentó que las cosas aún estén lejos de ser perfectas en el frente de género. De hecho, aunque hay más mujeres representadas, persiste la discriminación racial y de género. 

«Todavía queda mucho por hacer para alcanzar la igualdad real». 

Cabe destacar que eolo 15 de los 133 líderes que llegaron a Dubái eran mujeres.  

Según datos compilados en un reporte del Global Gender and Climate Alliance, solo el 0,01% de toda la financiación mundial apoya proyectos que abordan al tiempo el cambio climático y los derechos de las mujeres, y, para 2015, la representación femenina de los principales fondos para el clima apenas alcanzaba el 22%. 

Gender Climate Tracker también reporta que mientras en 2009 el 30% de las delegadas eran mujeres, la cifra solo subió a 38% para 2021, e incluso cayó ligeramente el año pasado, en la COP27, con 35% mujeres delegadas. 

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