FOTO: Instagram
Nahel M tenía 17 años y murió por un disparó de la policía francesa.
El incidente ocurrió en la localidad de Nanterre, ubicada al oeste de París. El policía detuvo el vehículo que manejaba el joven, identificado como Nahuel M. El menor intentó huir y el policía le disparó en el tórax.
El policía que lo mató fue acusado de homicidio y, a través de su abogado, pidió perdón a la familia del joven.
La familia de Nahel M es de origen argelino y él se dedicaba a trabajar como repartidor de comida. Era hijo único y fue criado por su madre, Mounia.
Su muerte ha provocado una serie de manifestaciones en diversas ciudades de Francia, así como en Nanterre, la localidad al oeste de París donde falleció.
Mounia se unió a las manifestaciones y dijo que «él era su vida».
“Le dediqué todo. Sólo tengo uno, no diez. Él era mi vida, mi mejor amigo”.
Según explicaron, 667 personas fueron arrestadas en las protestas por todo el país, en las que los manifestantes lanzaron objetos y pirotecnia contra la policía, incendiando automóviles y mobiliario urbano.
«Negarse a parar no te da licencia para matar. Todos los niños de la República tienen derecho a la justicia”, dijo el líder del Partido Socialista, Olivier Faure.
Por otro lado, el presidente de Ovale Citoyen (un programa de integración para jóvenes), Jeff Puech, aseguró que Nahuel “usaba el rugby para salir adelante y tenía la voluntad de encajar social y profesionalmente”.
La muerte del joven ha generado gran indignación ya que es una muestra de la discriminación que sufren las personas «árabes o negras» por parte de la policía.
Nahel había sido objeto de hasta cinco controles policiales desde 2021. Según los informes, había sido puesto en detención por negarse a cooperar y debía comparecer ante un tribunal de menores en septiembre.
Gran parte de los problemas en los que estuvo involucrado con las autoridades se relacionaban con automóviles.
George Floyd, un afroestadounidense de 46 años, fue arrestado por la policía en Minneapolis, Minnesota, Estados Unidos. Derek Chauvin, el polícia blanco que lo arrestó, puso su rodilla sobre el cuello de Floyd mientras este está esposado y boca abajo en el suelo.
“No puedo respirar”, decía repetidamente Floyd. “Por favor, por favor, por favor”, rogaba.
Durante 8 minutos y 46 segundos, Chauvim mantuvo la rodilla sobre el cuello de Floyd. Después de los primeros 6 minutos Floyd dejó de reaccionar.
“Rogaba por su vida. Suplicaba por su vida. Cuando te esfuerzas tanto por confiar en este sistema, un sistema que sabes no está diseñado para ti, cuando constantemente buscas justicia por medios legales y no puedes lograrla, entonces comienzas a hacer justicia por tu propios medios”, afirmó Christopher Harris, uno de los amigos más cercanos de Floyd.
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