La reducción de la jornada laboral en México volvió al centro del debate. Sin embargo, no llegó como muchos esperaban. Tras reunirse con empresarios, la presidenta Claudia Sheinbaum envió una nueva propuesta que aplaza las 40 horas hasta 2030.
La semana pasada, Sheinbaum sostuvo un encuentro en México con figuras del sector privado, entre ellas Carlos Slim y Olegario Vázquez Aldir. En la mesa hablaron de inversiones, condiciones económicas y certidumbre para las empresas. Después, ayer jueves 04 de diciembre, la presidenta se reunió en Washington con integrantes del Consejo de Empresarios Mexicanos, previo a su encuentro con Donald Trump y Mark Carney.
En ese contexto, la Secretaría del Trabajo anunció el envío al Congreso de la iniciativa para reducir la jornada de 48 a 40 horas semanales. El planteamiento es gradual. A partir de 2027, la jornada se reducirá dos horas cada año hasta llegar a 40 en 2030.
El titular de la dependencia, Marath Bolaños, afirmó que la medida no implicará mayores costos para el sector empresarial. Además, sostuvo que se trata de un acuerdo de consenso. Según explicó, en 2026 las empresas deberán realizar las adecuaciones necesarias para transitar a 46 horas en 2027.
En México, más de 13.4 millones de personas trabajan más de 40 horas semanales. Además, en la práctica hay quienes superan las 56 horas sin sanción para sus empleadores. Por ello, el anuncio marca un punto de inflexión tras más de un siglo con una jornada inamovible de 48 horas.
Bolaños señaló que la iniciativa se discutió en 40 mesas de trabajo. En ellas participaron empresarios, sindicatos y trabajadores. También destacó que la reducción de horas puede elevar la productividad, fortalecer la cohesión social y generar beneficios para la economía.
El proyecto incluye nuevas reglas sobre las horas extra. Estas serán voluntarias. No podrán exceder cuatro horas diarias ni realizarse por más de cuatro días a la semana. Además, se pagarán al doble las primeras 12 horas extraordinarias semanales. Si se rebasa ese límite, el pago será al triple.
No obstante, la reforma no contempla dos días obligatorios de descanso. Se mantiene la proporción actual de un día libre por cada seis trabajados. Esto generó críticas de organizaciones como Yo Por Las 40 Horas, que advierten una posible pérdida de derechos laborales.
Otro cambio importante es el aumento del límite de horas extra de 9 a 12 por semana. Según sus críticos, esto reduce la posibilidad de que los empleadores paguen horas al triple, ya que se amplía el margen legal de tiempo extraordinario.
El impacto económico también forma parte del paquete de medidas. El gobierno acordó un aumento al salario mínimo de 13% en 2026 y de 5% en la frontera norte. En esa región, el salario diario llegará a 440 pesos. En el resto del país, subirá a 315 pesos diarios. Bolaños descartó que esta alza provoque inflación.
En el Senado, el análisis de la reforma no comenzará de inmediato. Será hasta febrero de 2026, en el próximo periodo ordinario de sesiones. Aun así, la presidenta del Senado, Laura Itzel Castillo, la calificó como un paso hacia una vida laboral más justa.
Así, mientras las empresas ganan tiempo para adaptarse, millones de trabajadores deberán esperar hasta 2030 para ver materializada la semana laboral de 40 horas.
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