Lo que nadie me dijo sobre convertirme en mamá

Si bien la decisión de convertirse en madre es personal, la maternidad sigue siendo algo muy romanizado e incluso hoy en día falta que más mujeres nos hablen claro sobre todo lo que implica el proceso y el post parto.

Una de las ideas que más me causaron conflicto luego de convertirme en mamá, sin duda fue el silencio que las mujeres de mi alrededor (incluso de mi propia familia) decidieron guardar sobre temas tan delicados como la lactancia, los dolores de parto, el parto y el post parto.

Por eso, si estás pensando en ser mamá o estás a punto de convertirte en una, estas son las palabras más francas que vas a encontrar sobre el proceso, y no son para generarte miedo, frustración o arrepentimiento, sino conciencia sobre todo lo que vas a pasar y mejor y aún más importante, que llegues preparada en todos los aspectos para todo ello.

Spoiler: Sí, pasará… y claro que valdrá la pena cada vez que voltees a ver a tu bebé.

El embarazo

Sin importar si tienes el embarazo más saludable del mundo, lo cierto es que entre los achaques y el crecimiento del bebé dentro de la pancita, dormir, comer y moverse es un desafío, pero lo más impactante es darte cuenta que desde el momento uno, tú y tú cuerpo se vuelven los responsables no solo de crear, sino de cuidar de un bebé que apenas se está formando.

Y a esto súmale los comentarios que con buenas o malas intenciones recibes sobre cómo deberías cuidarte, qué deberías de comer y hasta qué deberías de sentir, pues aún en pleno 2025 muchas creencias y mitos antiguos siguen bien arraigados.

Pero hermana, si tienes alguna condición que te hace ser más vulnerable, déjame decirte que te abrazo de todo corazón, lidiar con diabetes gestacional, hipotiroidismo o tener un embarazo de alto riesgo sin duda lo cambia todo, cada momento se vive con miedo o temor, porque al final cualquier alteración en tu cuerpo que pueda llegar a dañar a bebé te hace sentir culpable, pero respira, pronto pasará.

Uno de los mayores desafíos a los que me enfrenté fue a los especialistas y doctores, (ajam, los que según son nuestros aliadxs) que lejos de alentarte o motivarte, están tan acostumbrados a dar el peor panorama que terminas aterrada con cada cita.

En lo personal, cuando empecé mi control de embarazo, me acerqué a una clínica pro parto humanizado donde te brindan un paquete muy llamativo, lamentablemente, después de informarme sobre muchos procesos, me di cuenta que aunque es el enfoqué que quieren llevar, NO todos los doctores están alineados a la misma visión y al final, la doctora que me atendió por meses, en los que dijo que mi cuerpo iba a poder parir, unas semanas antes del nacimiento de mi bebé, quería programar una cesárea y me dió mil pretextos “para justificar” por qué era necesario hacerla.

Lo más preocupante no es solo el hecho de que quieran que paras a su conveniencia, sino que usan sus conocimientos y “autoridad” para meterte miedo y que al final termines cediendo a lo que ellos quieren.

Así que por favor infórmate bien y una vez con conocimiento, pregunta a tu doctor sobre sus prácticas y tus deseos, si te respeta desde el inicio, ahí es, si dice que practica algo con lo que no estás de acuerdo, pero que tratará de no hacerlo contigo, no le creas, lo terminará haciendo.

Y finalmente, si no te sientes cómoda, pide una segunda opinión.

El parto

Después de tomar un curso de preparación para el parto, debo decirte que hay muchas cosas que no sabía y varias más que aprendí, pero independientemente de qué tanto creas que estás preparada, la experiencia se vive muy diferente y es un momento en el que toda la información, todo lo que dijiste que ibas a hacer o no hacer, desaparece y solo te enfocas en vivirlo.

Te recomiendo mucho que busques el apoyo y la guía de una doula, tienen todas las herramientas para ayudarte en el proceso y sentirte apoyada.

Y no importa cuantas cosas te hayan contado sobre cómo se sienten las contracciones, no las vas a sentir igual que otra mujer, solo confía en tu cuerpo, cuando llegue el momento lo vas a saber y van empezar algunas de las horas más raras y sí, incómodas que jamás hayas vivido.

La labor de parto

El momento de la labor de parto te lleva al límite y cada fase te hace conocer una parte de ti que no sabías que existía, por eso es tan importante que te sientas cómoda con tus doctores, en el lugar y si es posible acompañada de un ser querido, eso marca toda la diferencia.

Ahora, en el parto también vas a vivir muchas cosas que nadie más te contó, en primer lugar te vuelves la más vulnerable y no solo confías tú vida y la vida de tu bebé a tu equipo de doctores, también tu intimidad y tu cuerpo.

Algunos doctores todavía practican los tactos y los hacen como si fuera ir al mercado a comprar frutas, lamentablemente, debo decirte que esta práctica no es respetuosa, mucho menos si la hacen constantemente porque hay otras maneras para conocer la dilatación que estás teniendo en el momento.

¿Desgarro o episiptomía?

Hermana si vas a tener un parto, muchos doctores practican algo llamado episiotomía, una incisión quirúrgica que realizan en el periné para facilitar la salida del bebé, y lamentablemente, hay muchos doctores y hospitales que lo practican sin considerar la opinión de la madre.

Para ellos es más sencillo hacer este corte porque acelera el trabajo e incluso muchos dicen que es mejor para las madres, pero entre la episiotomía y un desgarro, el desgarro sana mucho más rápido y no compromete tanto la salud de tu periné, en general los desgarros naturales, aunque incómodos, tienden a sanar bien y tienen menos riesgos de infección.

Post parto

Además de recuperarte y cuidar a un recién nacido, hay muchas otras cosas que tienes que hacer en el post parto, como ir a tus revisiones, ir a las vacunas, tamices de tú bebé, y registrarlo.

Pero no te preocupes, yo también me pregunté cómo se puede hacer todo eso cuando apenas estás sobreviviendo y la verdad es que no lo sé, pero sacas fuerza de algún lugar y lo haces.

El post parto también es un periodo vulnerable y entre más apoyo y cuidados tengas a tu alrededor mejor, será más llevadero y sencillo, en esos momentos también te vuelves más sensible, tus hormonas comenzarán un proceso de ajuste y el sentimiento lo tendrás a flor de piel.

Sin embargo, debes de tener cuidado con la depresión post parto y los pensamientos intrusivos, si los sientes, lo mejor es que acudas con un especialista de inmediato y también que tengas cuidado con algunos medicamentos que puedan darte en la recuperación o para la lactancia, porque algunos te hacen más propensa a padecerla.

Conforme pasan los días, uno de los principales desafíos del post parto es cuidarte a ti, mientras cuidas de tú bebé, porque las horas de sueño y las horas de comida no van a ser las mismas.

La verdad es que quizás llores algunas noches porque no puedes dormir a tu bebé o porque estás muy cansada, pero la respuesta a todo, casi siempre es el cansancio, así que acepta cualquier ayuda para dormir un poco más y tranquila, pasará más rápido de lo que imaginas y poco a poco comenzarás a ajustarte.

Lactancia

Hermana, la lactancia es maravillosa, se que lo has escuchado muchas veces, es lo mejor para tú bebé y para ti, pero no es tan fácil cómo parece. El inicio de la lactancia duele mucho, tus pezones empiezan a acostumbrarse a ser succionados, y posiblemente, los primeros días no sean nada de lo que imaginaste.

Grietas, dolor y hasta sangrado son algunas de las cosas que podrías vivir, pero no te sientas mal, no eres tú, es parte del proceso, y lo único que necesitas es paciencia y perseverancia.

Infórmate con una asesora en lactancia sobre las prácticas que puedes llevar a cabo para alimentar a tu bebé mientras pasas el proceso de adaptación, así como de los cuidados que puedes tener en tus pezones para aliviar las molestias.

¡La lactancia debe ser deseada o no será!

Cuando viví en carne propia la lactancia, lloré mucho, ¿no se supone que debería de ser una experiencia hermosa?, tardé 40 días en acostumbrarme, en agarrarle la onda y comenzar a sentir amor. En mi desinformación y con el miedo a sangrar opté por la lactancia mixta y en ese momento decidí que jamás iba a juzgar a una madre por el tipo de lactancia que decidiera llevar, porque entre la desesperación y el dolor, la salud mental comienza a quebrarse y si algo necesitas, es estar bien para que tu bebé también lo este.

Sin embargo, lo que más me sorprendió de esto, es que muchas mujeres a mi alrededor también vivieron estas malas experiencias con la lactancia, pero muchas de ellas deciden no hablarlas por no llenar de miedo a las futuras mamás, aunque desde mi perspectiva, yo hubiera agradecido que alguien me lo mencionara antes y así prepararme mentalmente para ese proceso.

Estas son solo algunas de las cosas que nadie me dijo, y creo que aún hay muchas más que contar, sin embargo, quiero decirte que si decides ser mamá, tendrás todo lo necesario para hacer y vivir lo mejor para ti y para tu bebé, disfruta cada momento, incluso si no es tan bueno, algún día solo será una anécdota y pasará más rápido de lo que te imaginas.

Y sí, a pesar de todo esto, ser mamá y ver a tu bebé sonreír es maravilloso, es por eso que muchas deciden ser mamás por segunda, tercera y hasta cuarta ocasión, solo recuerda cuídate, procúrate mucho, busca redes de apoyo que te sostengan y busca que tus decisiones sean respetadas.

 

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