Blanca Nieves y las 7 polémicas

Las películas de Disney han sido un fenómeno cultural importante a lo largo del Siglo XX y XXI, cuyos personajes e historias han influenciado nuestras vidas de maneras relevantes, pero no siempre positivas. Y es que a pesar de que en la superficie Disney haya intentado contar historias sobre esperanza, amor, amistad y entendimiento mutuo, la realidad es que ha habido profundos estereotipos de racismo, machismo y toxicidad que han permeado nuestra sociedad a causa de estas películas “mágicas”. Los cuentos de hadas nos dieron muchas cosas pero al mismo tiempo nos quitaron mucho.

Y es que en los últimos años el poder percibir y deconstruir todo lo que estas películas nos hicieron pensar ha sido una verdadera tarea colectiva en la esfera cultural. Y con ello han venido nuevas historias, también generadas por Disney, en las que han intentado cambiar los estereotipos que ellos mismos se encargaron de sembrar. Hoy vemos historias en las que las mujeres son sus propias heroínas, donde la historia de amor puede ser una historia de sororidad entre amigas o hermanas y donde el príncipe azul (si es que lo hay) es únicamente un aspecto adicional, un personaje más para ayudarle a la heroína a cumplir su destino. Y hemos visto historias como esta en películas como Frozen, Moana, Elementos, Red, entre otras. 

Sin embargo, uno de los proyectos más ambiciosos de Disney ha sido rehacer sus clásicos, esta vez en versión live action y con una intención de corregir los errores del pasado y contar los mismos cuentos mágicos, esta vez con una visión culturalmente actual. Algo así como conservar la nostalgia del pasado con la visión fresca del presente, y con ello enganchar a las nuevas generaciones a través de las películas y la mercancía que intentan venderles.

Y a pesar de los cientos de millones de dólares que han invertido en estos proyectos, probablemente la película de Blanca Nieves ha sido el más fallido de todos. Y no necesariamente por la realización (aunque en algunos aspectos ha dejado mucho qué desear) sino por las múltiples controversias que han rodeado a la película, desde la corrección política, los desacuerdos políticos entre su elenco y la simple adaptación de este cuento.

Blanca Nieves, protagonizada por Rachel Zegler, llegó a los cines el viernes pasado como uno de los proyectos más problemáticos en los 102 años de historia de Disney. La película se convirtió en una advertencia para el futuro de Disney: cómo intentar conectar con la cultura correcta en el momento cultural oportuno puede convertir una película aparentemente inconsecuente en una batalla indirecta entre intereses particulares. Casi todo lo que podía salir mal, salió mal, lo que resultó en un caso práctico de los peligros del cine de gran presupuesto en un mundo volátil y en constante cambio, y los riesgos de intentar explotar incesantemente la propiedad intelectual del pasado.

Algunas de las múltiples controversias que rodearon la película de Blanca Nieves fueron las siguientes:

Blanca Nieves y su protagonista

Los problemas comenzaron con el anuncio de Zegler como la princesa alemana de los cuentos de hadas que, canónicamente (a partir de los hermanos Grimm en 1812), poseía «piel blanca como la nieve». La nueva versión revisa la etimología, comenzando el cuento con la explicación de que recibió su nombre por haber sobrevivido a una tormenta de nieve cuando era una bebé.

Los comentaristas de derechas criticaron el “wokeness», con un fuerte racismo y acoso directo (incluyendo agresiones físicas), similar al que sufrió Halle Bailey, actriz y cantante negra, tras ser elegida para La Sirenita en 2019.

También hubo críticas a los comentarios de Zegler sobre la película original, en gran medida sacados de contexto para demostrar que le faltaba el respeto al cuento original. En línea con las interpretaciones feministas de La Cenicienta y La Bella y la Bestia, Zegler comercializó Blancanieves como una versión moderna de la película de 1937, señalando sus defectos. Ella calificó el original como «extremadamente anticuado en lo que respecta a las ideas de las mujeres en roles de poder y para qué es apta una mujer» y lo describió como con «un gran enfoque en su historia de amor con un tipo que literalmente la acosa».

Los siete enanos

Disney recibió fuertes críticas por su gestión de los siete enanitos. El actor Peter Dinklage, quien padece acondroplasia, calificó el remake de «jodidamente retrógrado». Aunque elogió el casting de Zegler, dijo: «Eres progresista en cierto modo, pero sigues haciendo esa historia tan retrógrada de siete enanitos viviendo en una cueva. ¿Qué demonios estás haciendo?». (Disney emitió un comunicado en el que afirmaba haber estado «consultando con miembros de la comunidad enanista» para «evitar reforzar estereotipos»). Otros criticaron a Disney por usar imágenes generadas por computadora para crear a las siete «criaturas mágicas», privando así a los actores enanos de posibles trabajos. De una manera u otra, aparentemente nadie quedó satisfecho.

La bruja Gal Gadot

Blanca Nieves fue anunciada en 2016 en un evento de Disney y comenzó su rodaje en 2022 y hasta entonces no había divergencias importantes entre las dos protagonistas (Rachel Zegler y Gal Gadot, quien interpreta a la bruja). Pero no fue hasta los atentados de Hamás el 7 octubre de 2023 y los subsecuentes ataques de Israel sobre la Franja de Gaza, que comenzó a haber una división importante. Cuando esto sucede, gran parte del discurso se centra en las respuestas públicas divergentes de Zegler y Gadot a la guerra en Gaza. Gadot es israelí y sirvió en las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) y ha hecho notorio su apoyo a Israel. Y es por eso que comenzaron a tachar a Disney de sionista, y a encontrar divergencias importantes entre sus protagonistas.

Quizá Blanca Nieves entrará a la historia como una importante moraleja para películas y remakes del futuro. La primera es que, a pesar de que la intención era reimaginar los clásicos, ¿quizá simplemente hay algunos que ya no tienen mucho lugar en nuestro tiempo? Si el hacerlos menos racistas, misóginos o tradicionales deriva en contar una historia muy diferente, ¿quizá valdría más la pena imaginar una nueva película cuya historia no hubiera ofendido originalmente a nadie? ¿Quizá esto podría ser más coherente con las audiencias a las que quieren llegar? 

Y, por otro lado, una de las lecciones más importantes que la reacción a esta película permitió atestiguar (y que venía dándose desde antes) es que quizá ahora las personas no perdonan tan fácilmente cuando las figuras del entretenimiento tienen creencias problemáticas. Que ahora no es tan fácil separar la vida pública que los artistas llevan con el personaje que quieren vendernos en una película. Y la realidad es que puede haber unas personas menos problemáticas que otras, pero al final del día las creencias y/o acciones problemáticas de las personas caerán por su propio peso.

Hasta ahora no sabemos si Blanca Nieves será un fracaso rotundo en las taquillas a pesar de que sus números sean mucho más bajos de lo que se esperaba a estas alturas. Sin embargo, la excesiva polémica ya es suficiente para que sea una lección para el futuro.

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